Los 5 alojamientos en Rumania que te proponemos consiguen unir armoniosamente el pasado y el presente. Combinan lo antiguo con lo moderno y elementos eco friendly. Promueven el turismo regenerativo respetando la historia del lugar, la comunidad y facilitan la conexión con el lugar.
¿Quieres conocerlos? Te vamos a dar una pista de cada uno, a continuación.
1. Aldea Valea celor doisprezece (El valle de los doce)
Su nombre hace referencia a doce guerreros de la tribu de los Geta, tribu traciano, únicos sobrevivientes a una guerra feroz. Al volver, hallaron su pueblo vacío y decidieron fundar otro igual de bonito y en tierra fértil tal como recordaban al suyo. El brujo Zamolxis les prometió un sitio ideal con la condición de construir una taberna en medio de la aldea. Así fue y hoy en día podemos disfrutar del Valle de los doce, una aldea fiel a la historia en Dobreni.
Bautizadas con nombre de guerreros, las casitas apenas se distinguen entre la hierba densa y los árboles frondosos. Construidas con madera, piedra y adobe nos obligan al descanso y la desconexión total del mundo tecnológico. No tienen luz eléctrica (solo en la taberna) la iluminación es con velas y para calentar se utilizan chimeneas de leña.
Estos alojamientos de Rumania recuerdan a las casas hobbit, pero lo cierto es que están inspirados en la cultura autóctona y encontramos muchos elementos de artesanía tradicional.
Todo el complejo te traslada a una época donde la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas. Sentir y pensar solo en lo que estás viviendo, disfrutar y socializar con tus vecinos.



2. La noi la munte (A nuestra casa de la montaña)
La esencia de este proyecto es una casa antigua, de más de 60 años, auténtica de los Montes Apuseni, que fue restaurada con muchos elementos originales. Una casa de madera, sin ningún tratamiento adicional.
Nos gusta sobre todo por la ubicación, en una zona llena de historia, en el pueblo de Horea, cuyo nombre honra al campesino que condujo la rebelión campesina transilvana de 1784. Un lugar muy pintoresco donde puedes disfrutar de la naturaleza e interactuar con los lugareños fácilmente.
Por otro lado, si te alojas aquí puedes disfrutar de comida típica de la zona, hecha por las amas de casa de la comunidad local y con productos de los huertos locales.
Cada rincón del pueblo te transmite una combinación de hospitalidad, generosidad, honestidad y simplicidad… difícil de encontrar.



3. Haita Land. Cabañas de cuento en un paisaje de ensueño
Haita Land lo componen 3 cabañas de madera de diseño minimalista. Un nuevo concepto promovido por un grupo de amigos de distintas profesiones, ingenieros, médicos, informáticos, abogados, arquitectos y corporativistas. Su objetivo es ofrecer al turista una experiencia única en el alma de la naturaleza.
Situadas en el pueblo Gura Haitii, de allí el nombre de estos alojamientos en Rumania. Es un área protegida en la entrada al Parque nacional Călimani. Pertenece a la red local de ecoturismo, apoya la conservación sostenible de la zona Tara Dornelor y contribuye al desarrollo de la comunidad local.
La madera utilizada para la construcción de las cabañas fue traída de una explotación maderera de la zona y fue procesada en una pequeña fábrica local cercana. Para el paisajismo exterior se utilizaron rocas locales. Las tejas de la fachada y el techo de la casa se recuperaron del desván de un granero del pueblo…
De arquitectura discreta, para seguir las líneas y los colores de la montaña, combinan el calor de la madera y la comodidad. A través de sus grandes ventanales se pretende incorporar al paisaje en el interior y favorecer la conexión con el lugar.


4. Cobor farm. Granja de biodiversidad
En las colinas de Transilvania, la granja Cobor protege distintas especies de animales y además participa en la conservación de los paisajes y de los montes.
Como huésped puedes colaborar en las actividades agrícolas de temporada, descubrir los animales de la granja, probar las verduras de la huerta orgánica, ayudar en la organización de eventos con los habitantes del pueblo…
Además de observación de aves silvestres, rutas en bicicleta, caminatas, visitas guiadas en la naturaleza, paseos en carros/trineos…
Las acogedoras casas donde te alojas son casas antiguas, abandonadas, que han sido restauradas respetando elementos tradicionales. Cada pieza vieja de madera o piedra reutilizada lleva consigo una vieja historia.
¡Un lugar perfecto para relajarse y cargarse de energía!



5. Gura Portiței, ciudad de vacaciones
Ubicado en una larga lengua de arena en la desembocadura del Danubio con el Mar Negro sólo puedes llegar en barco.
Descubierto en el año 1736, inicialmente era un pueblo de pescadores y en 1998 se empezó a adaptar para una ciudad de vacaciones. Es un lugar con una esencia especial, con historia y rica flora y fauna ( la de la Delta del Danubio y del Mar Negro).
Te puedes alojar en la pensión de tres estrellas en la isla del Lago Golovita o en una pensión de la playa del Mar Negro. Pero lo que nos ha llamado la atención son los bungalows individuales en la playa, o las casitas individuales como los llaman en el complejo.
El área es parte de la Reserva de la Biosfera del Delta del Danubio y las actividades son propias del lugar, avistamiento de aves, pesca, cruceros por el Danubio, visitas a playas vírgenes, etc.



Sólo es un esbozo de lo que pueden ofrecerte estos lugares y los alojamientos en Rumania. Nos gustaría mucho, mucho, saber ¿qué es lo que tú has sentido visitando estas tierras? ¿qué te han aportado?
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